
Si este fuera un país serio, los políticos que permitieron que las Cajas de Ahorros llegaran al estado de quiebra técnica estarían bien empapelados y a la sombra y los accionistas privados que consintieron que presidentes, consejeros delegados y demás inútiles de la dirección de los bancos se embarcaran en el negocio de las hipotecas "subprime", tendrían que apechugar ahora con las pérdidas y con los balances negativos.
Con todas las cifras macroeconómicas hechas unos zorros, la recuperación que nos anuncian para el 2.013 es una quimera, algo tan irreal como aquellos "brotes verdes" que nos vendía Zapatero. Es especialmente preocupante que la inflación interanual ya ha superado el 2,7%, sin contar la subida del IVA, en una coyuntura económica donde bajan los salarios y cae, a pesar de las brutales subidas de impuestos, la recaudación. Así, jamás habrá recuperación económica y creación de empleo.
Por eso, el "Banco Malo" no es más que otro eslabón de una larga cadena de despropósitos que los políticos que gobiernan este país llevan cometiendo desde hace mucho tiempo, y seguirán en esa labor mientras lo consintamos y les votemos.
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